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Hace 42 años, en Argentina, un grupo de militares decidió irrumpir el Gobierno de María Estela Martínez de Perón y tomar el poder.

Entre el 24 de marzo de 1976 y el 10 de diciembre de 1983, el país quedó envuelto en la violencia, el miedo y la mentira.

Jorge Rafael Videla, Emilio Massera y Orlando Ramón Agosti, fueron los primeros que se pusieron al frente de esta Dictadura Militar que ellos mismos nombraron “Proceso de Reorganización Nacional”.

Estos jefes, junto a otros que los siguieron hasta 1983, dejaron sin funcionamiento todas las instituciones relacionadas con la democracia y caracterizaron al período en una constante violación a los Derechos Humanos.

Los secuestros, las torturas y las muertes de miles de compatriotas hacen que esta sea una fecha que no podamos olvidar.

Mujeres embarazadas no solo fueron privadas de su libertad y obligadas a tener a sus hijos en cautiverio. Los secuestradores se los robaron y vendieron a otras familias. Aun hoy, en 2018, hay abuelos que buscan a sus nietos y personas de alrededor de 40 años que no conocen su identidad verdadera.

La Dictadura Militar también atentó con la educación. No solo porque había contenidos que no se podían enseñar en las escuelas sino porque quemaron más de un millón y medio de libros.

En 1978, el Mundial de Fútbol se organizó en nuestro país. El Gobierno de Facto lo usó para distraer a los argentinos de todo lo que ocurría. ¿Sabías que durante ese mes hubo más desapariciones que en cualquier otro?

En esos ocho años, Argentina tuvo conflicto con dos países: Chile y Gran Bretaña. Con la nación trasandina, el inconveniente por el Canal de Beagle ocasionó que estuviéramos al borde de la guerra. Recién en 1984, con la mediación del Papa Juan Pablo II, se dio fin a la tensa situación.

Con el Reino Unido, la historia fue diferente y con consecuencias mucho más graves. La Junta Militar encabezada por Leopoldo Fortunato Galtieri decidió ocupar militarmente las Islas Malvinas en busca de recuperar la soberanía.

¿El resultado? Una guerra desigual entre soldados ingleses y argentinos: mientras los primeros estaban súper equipados y preparados para afrontar temperaturas bajísimas, los de nuestro país confrontaron con armas, vehículos viejos y escasez de alimentos.

La Guerra de Malvinas causó la muerte de 649 argentinos durante el enfrentamiento y el suicidio de otros cientos que no pudieron soportar psicológicamente lo vivido.

Y en el medio, los medios. Ya sea presionados por el Gobierno de Facto o por sus convicciones, los medios de comunicación les informaban mentiras a los ciudadanos. “¡Vamos ganando!”, decían los titulares de los periódicos.

El 7 de octubre de 1977 murió Orlando Agosti.

El 12 de enero de 2003 desapareció físicamente Leopoldo Galtieri.

El 8 de noviembre de 2010 falleció Emilio Massera.

El 17 de mayo de 2013 dejó de existir Jorge Rafael Videla.

La memoria, no puede morir. La verdad, no puede dejar de existir. La Justicia no puede desaparecer. Memoria, Verdad y Justicia para recordar a todas las víctimas de la última Dictadura Militar. Memoria, Verdad y Justicia para que todos podamos hacer un pedido: Nunca Más.

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